Parte 1.
Han pasado veinte días desde la
última vez que supimos de Christian. Es 14 de abril. A él le va muy bien con
Daniel, del mismo modo que le va con Georgina. O eso parece…
No, no les va bien. Discuten cada
cinco días porque Christian suele estar muy ocupado con otras cosas y la excusa
de que tiene exámenes ya no sirve.
Está en el salón de Dani mirando
la televisión mientras él prepara la cena. A su lado se encuentra Rubén con el
pijama puesto.
Él es rubio de ojos verdes. Su
cuerpo es de gimnasio aunque no pasado, simplemente lo justo para llamar la
atención. También es homosexual lo que hace desconfiar a Christian, pero ambos,
Dani y Rubén, le han dicho que no pasa nada entre ellos porque son hermanos,
pero claro… El roce siempre puede hacer el cariño.
Es sábado noche y Christian está
supuestamente en casa de unos amigos por el cumpleaños de otro amigo
inexistente que se ha vuelto a inventar para pasar una noche con Dani. Es así
desde que comenzaron a salir aquel 25 de marzo.
Christian (alzando la voz):
¿Dani? ¿Te ayudo?
Dani (desde la cocina): De
acuerdo cielo.
El adolescente se levanta del
sillón y se calza sus zapatillas de estar por casa. Rubén le mira y ríe, ladea
la cabeza y lo mira marcharse a la cocina.
Ya en la cocina, lo primero que
hace Dani es rodear a Christian con los brazos y depositar un cálido beso en
sus labios; después se para y sigue cortando las patatas en trozos medianos.
Christian: ¿Qué vamos a cenar?
Dani: Tú y Rubén váis a cenar
patatas con poco de mahonesa y atún.
Christian: ¿Y tú qué? ¿No piensas
cenar?
Dani (negando): No tengo hambre
la verdad.
Christian suspira y le mira
preocupado apoyado en la puerta del frigorífico. Ha perdido bastante peso desde
la semana pasada y no sabe por qué. Está haciendo una dieta bastante extraña en
la que come más bien poco, o nada ya que sólo puede controlar lo que come los
sábados por la noche y los domingos hasta el mediodía. Y después… Vete a saber
lo que se dedica a hacer con su cuerpo.
Ya habían tenido esa conversación
anteriormente y Dani había insistido en que estaba bien, que simplemente no le
apetecía comer más y no lo hacía, y aún así, él estaba preocupado por su novio.
Parte 2.
Ya han comido y Christian está en
bóxer apoyado en el pecho de Dani. Están en la cama y el móvil del chico vuelve
a vibrar por quinta vez en la noche, otro mensaje de Georgina. Esta vez coge el
móvil, pero en lugar de responder o de leerlo, apaga el teléfono y vuelve a su
sitio de antes, esta vez mira a Dani a los ojos y le besa lentamente en los labios,
este responde siguiendo el beso mientras ladea la cabeza hacia el otro lado.
Las manos del joven bajan hasta la cintura de Dani y baja ligeramente su
pantalón mientras le besa. El ambiente está cargado, es la primera vez que
están tan cerca el uno del otro, aún no lo han hecho antes y en el fondo ambos
están nerviosos.
Christian le quita los pantalones
y acaricia la entrepierna de su novio mientras este se muerde el labio.
Dani: ¿Estás seguro cariño? Sabes
que no te quiero obligar a nada.
Christian: Estoy seguro,
totalmente.
Después de esto, el chico baja
lentamente y besa el bóxer de Dani, después lo baja hasta que saca su miembro y
comienza a lamerlo con la lengua en círculos. Dani jadea mientras Christian
trabaja en la felación de su miembro; mientras tanto el primero mueve por
inercia las caderas hacia delante y atrás haciendo que su sexo entre y salga de
la boca del joven.
Todo pasa rápido, Christian sube
hasta los labios de Dani y le besa apasionadamente, el último desnuda al chico
lentamente hasta que lo tiene totalmente desnudo sobre él. Tras esto le da la
vuelta y roza su miembro erecto por su entrada.
Christian (entre jadeos): Hazlo…
Dani le obedece y le penetra
lentamente hasta el fondo provocando un gemido de Christian. Comienza a mover
sus caderas de forma rápida haciendo que sus testículos boten contra el trasero
del chico.
Fundido en Negro.
Parte 3.
Ha amanecido. Christian lo hizo
anoche por primera vez con Dani, ahora se siente vivo, lleno de vitalidad, con
ganas de volver a hacerlo, de volver a entregarse de nuevo a su novio, con
ganas de volver a oír su nombre en sus labios entre gemidos.
Lo busca y la cama y no está,
supone que está haciendo el desayuno y se levanta totalmente desnudo. Antes de
salir de la habitación así decide ponerse el bóxer ya que Rubén estará también
despierto y no es plan de que lo vea así.
Sale de la habitación y encuentra
la casa totalmente vacía. Respira hondo y aún así se preocupa. Va a la cocina y
se encuentra un vaso de leche y unos croissants calientes, aunque ya algo
fríos, y una nota al lado de todo.
“Hemos tenido que salir, para la hora de comer estaremos allí, te lo
prometo. –Rubén.”
¿Por qué Rubén? ¿Por qué ha
tenido que dejar él la nota y no Dani? ¿Es que acaso tienen algo entre ellos?
El joven comienza a montarse
películas de las suyas en su cabeza y decide llamar a Dani al móvil. Vuelve
hasta la habitación y coge su móvil, marca el número de su novio y al tercer
toque suena el móvil en uno de los cajones de la mesita de noche, enfurecido
abre los cajones con ansia y lo coge, cuelga con el suyo propio y decide
registrar el móvil de su pareja hasta que encuentra el móvil de Rubén, le da a
la tecla de llamar; al segundo toque lo descuelgan.
Rubén: ¿Sí?
Christian: ¿Dónde está Dani,
Rubén?
Rubén: Ahora mismo… Está…
Ocupado, no puede hablar cielo.
Christian: Déjate de palabras
bonitas y respóndeme de una puta vez, ¿dónde está Daniel?
Rubén: Que ahora no puede
ponerse, joder tranquilízate, ¿vale?
Christian (gritando entre
lágrimas): ¡Que me digas dónde está por favor!
Rubén: A ver Christian por favor…
Cálmate y siéntate en la cama, cuando lo hagas avísame, pero por favor,
tranquilízate…
Daniel hace lo que le piden y se
sienta en la cama, después se limpia las lágrimas con el torso del brazo y
respira hondo.
Rubén: Estamos en el hospital…
Dani ha tenido un bajón de tensión mientras preparaba el desayuno y se ha
golpeado la cabeza al caerse al suelo y como no despertaba he decidido traerle,
le han ingresado y… Es grave.
Christian: Aih dios Rubén…
¿Puedes venir a por mí? Por favor…
Rubén: Voy a por ti, pero
recuerda que a las cinco de la tarde debes de estar en casa con tus padres…
Christian: Voy a vestirme, por
favor, ven.
Tras esto cuelga sin querer oír
una respuesta del amigo de su pareja y se levanta de la cama en un estado entre
el agobio, la prisa y el miedo.
Se pone los vaqueros y su
camiseta gris y apaga todas las luces, sale de la casa cogiendo las llaves de
Dani y baja las escaleras desde un quinto piso, sale a la calle y se apoya en
la puerta. No sabe ni qué hora es aún, busca su móvil para mirar la hora y se
da cuenta de que se lo ha dejado arriba, suspira y ladea la cabeza, no quiere
ni molestarse en ir a buscarlo, sólo quiere ir a ver a Dani.
Parte 4.
Rubén ha ido a recoger a
Christian en taxi. Ya están en el hospital y como sólo puede pasar una persona
a observación entra el chico, lo hace bastante nervioso y con prisa. Cuando
llega hasta la cama de Dani se encuentra a un chico al que se ve incapaz de
reconocerlo, muy pálido con el cuerpo lleno de cables.
Christian se lleva la mano a la
boca para poder aguantar dar un grito y aprieta los ojos. En ese momento Dani
lo llama, lo hace tan bajo que apenas se ve capaz de oírlo, pero lo oye.
Suspira y se acerca a él, busca su mano entre los cables y la roza.
Dani: E-Estoy bien…
Christian: ¿Seguro cari? Yo… No
te veo tan bien…
Dani: Es que los médicos… (hace
una pausa y cierra los ojos), lo hacen todo más grave, pero de verdad que
(tose) estoy bien…
Christian: ¿Q-Qué dicen que
tienes?
Dani: Ha sido un bajón de tensión…
(vuelve a hacer otra pausa), nada más.
Antes de que le dé tiempo a
responder la hora de visitas ha pasado y se tiene que ir. Christian sale
acompañado de un médico, se está aguantando las lágrimas y le está costando
bastante. Una vez sale, en lugar de buscar a Rubén, va caminando con paso
ligero hasta el baño. Entra en este y se encierra en uno de los inodoros.
Dejando salir las lágrimas se sienta en el sueño cabreado consigo mismo, con el
mundo, con los médicos. Cabreado incluso con Dani por mentirle.
Rubén (tocando a la puerta):
¿Puedes abrir Christian? Por favor.
Christian: ¿Para qué?
Rubén: Quiero hablar contigo… Por
favor.
Christian: ¿Me vas a contar la
verdad?
Rubén: Si quieres… Lo haré, pero
vamos a la cafetería, ¿has desayunado?
Christian: No… Se me olvidó.
Rubén: Venga pues sal…
Obedece al compañero de su novio
y sale del inodoro, se pega a él y camina cogido de su brazo hasta la
cafetería, sin fuerzas para andar, sin ganas de dar un paso más adelante.
Parte 5.
Están sentados en la cafetería,
uno frente al otro. Christian sostiene en sus manos una taza con café con leche
caliente y Rubén le da vueltas a la cuchara de su café.
Christian: ¿Y bien? ¿Qué le pasa?
Rubén: Dani… Sufrió, y sufre de
bulimia. No sé si te habrás fijado que está delgadito y eso. Bueno pues… Anoche
al parecer, después de hacerlo contigo decidió devolver la cena, la cual según
los médicos lo había quemado, haciéndolo contigo, pero claro eso ellos no lo
saben. Esta mañana no tenía pensado desayunar, y claro… Le ha dado el bajón de
tensión y ahí lo tienes, lleno de cables porque… Dani está más muerto que vivo.
Christian (sin poder creer lo que
oye): ¿Me lo estás diciendo de verdad?
Rubén (asiente con la cabeza): Lo
peor es que dicen que de esta no se recupera, o hay una probabilidad muy baja
de que lo haga. Christian, tu novio pesa cuarenta y nueve dichosos kilos, y no
puede vivir así, no tiene proteínas, ni vitaminas, ni siquiera energía en
ningún lado para poder seguir adelante. Sus órganos funcionan muy despacio y su
cuerpo se apaga lentamente, igual que su corazón, por eso está conectado a
varias máquinas, para que sus pulmones no dejen de funcionar, que su corazón no
deje de bombear, y lo más importante, lo están alimentando mediante varias
sondas. Los médicos tienen miedo a que no sirva, pero están haciendo lo posible
por sacarlo de ese estado de vegetal, y hay que tener esperanzas, ¿de acuerdo?
Christian: Llévame a mi casa, por
favor.
Rubén: ¿E-Estás bien?
Christian: Te suplico que me
lleves a mi casa, por favor Rubén, hazlo.
Fundido en Negro.
Parte 6.
(Habitación de
Christian).
Está tirado sobre la cama sin
saber qué hacer. Son las 6 de la tarde y no sabe nada de nadie, su móvil se lo
ha dejado en casa de Dani y Rubén y no se ha molestado en pedirle que se lo
traigan. No le apetece hablar, pero por otro lado, ¿qué le va a decir a
Georgina de su desaparición? ¿Acaso va a poder esconderle siempre su relación
con Dani? ¿Su homosexualidad?
Suspira hondo y se da la vuelta,
fija su vista al techo. ¿Qué importa eso ahora? Lo importante en estos momentos
es que su novio salga de ese estado, que pueda volver a mirarle a los ojos,
poder susurrarle que lo ama, que lo querrá para siempre, pase lo que pase,
¿verdad Dani? O eso le prometiste.
Diosmio, cuando he leido que Dani estaba en el hospital me han salido lágrimas enserio.
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