Capítulo 3:
Parte 1.
(Habitación de
Georgina).
Es bastante amplia. Las paredes
son de color rosa y el suelo es de mármol blanco y negro. Los muebles son en color claro.
A la derecha de la entrada hay un
escritorio, como ya he descrito anteriormente de color claro, los cajones en
oscuros hacen un contraste muy moderno y a la vez elegante. Justo al lado, más
alejada de la puerta hay una estantería de seis baldas, de las cuales cuatro
están totalmente llenas de libros. Las otras dos guardan fotos y recuerdos que
Georgina ha decidido depositar ahí donde los tiene a la vista.
Frente a la puerta, la pared está
repleta de su ídolo favorito, Justin Bieber. En esa misma pared hay un equipo
de sonido Sony Genezy, de trescientos sesenta euros. Después tenemos la cama,
con una colcha color morado, lógico, el color que identifica con su ídolo. Y
nos queda el armario, el cual no es un simple armario pues las puertas dan a
otra sala, un vestidor.
El vestidor está totalmente
completo de ropa, zapatos, complementos, y lo que cualquier chica de su edad
(15 años si no lo he mencionado antes) puede desear. Al fondo del vestidor, la
pared es un espejo.
Y ahí está Georgina, tumbada en
el suelo rodeada de varias camisetas, pantalones y vestidos. Ella está en ropa
interior, ha llorado y tiene los ojos rojos e hinchados.
¿Por qué? ¿Por qué ahora él le
tenía que haber dicho que ella no era perfecta? ¿Que ese chico no le convenía?
¿Que era el dinero lo que le llamaba?
Se incorpora un poco y se sienta
abrazándose a sí misma. Hunde la cara en sus rodillas y grita, grita hasta que
su saliva se torna del sabor de la sangre, hasta que se queda sin voz, incluso,
hasta que se duerme.
Fundido en Negro.
Parte 2.
(Dos horas antes).
Georgina abre la puerta de su
casa. Son las diez de la noche así que relativamente su madre debe de estar
dormida o muy atareada en su despacho por lo que la entrada está totalmente a
oscuras, por no decir toda la casa en sí.
Bien, o no está aún en casa o ya
está dormida.
Cierra la puerta con cuidado de
no hacer ruido y se quita las bailarinas. Con ellas en las manos se dispone a
subir las escaleras de mármol blanco cuando las luces se encienden y su madre
sale andando sobre sus tacones de doce centímetros. La mira amenazadora y se
cruza de brazos.
Madre: ¿De dónde vienes? ¿Crees
que estas son horas de llegar?
Georgina: Oh vamos mamá, ¿de
verdad vas a controlarme dónde estoy o dejo de estar? Voy a darme un baño,
ahora después hablamos.
Madre: Phil está aquí, sabes que
hoy venía a casa.
Georgina: ¿Sigue aquí el pesado ese?
Dile que se vaya, no quiero verlo. Te lo he dicho muchas veces, ¡está loco!
Madre (gritando): ¿No entiendes
que la que no estás bien eres tú Georgina?
Georgina (en el mismo de tono de
voz de su madre): ¡ESTOY PERFECTAMENTE, ESTOY MEJOR DE LO QUE TE CREES, DE LO
QUE TE PUEDES LLEGAR A IMAGINAR!
Madre: O hablas con él o esos
pulmones tuyos no volverán a respirar el aire de la calle, y se acabó la
discusión.
Dicho esto, la madre de Georgina
se va por donde había entrado y ella se sienta en las escaleras, suspira y
levanta la cara fijando los ojos en la puerta.
Georgina: Sé que estás ahí Phil,
voy a subir a mi habitación, en dos minutos nos vemos.
Phil: De acuerdo, ahora subo.
Ella sube a su habitación y
cierra la puerta de golpe, se apoya en la puerta y cae hasta el suelo, se
abraza las piernas y suspira hondo. ¿Y ahora qué? ¿Qué iba a tocar esta vez?
Fundido en Negro.
Parte 3.
Están en una habitación llena de
estanterías repletas de libros, en el centro hay dos sillones, uno de ellos es
de color blanco y el otro negro. En el blanco está tumbada Georgina y en el
otro se encuentra Phil.
La habitación está pintada de
color roja, y la única pared que se salva de los muebles que portan los libros
tiene diplomas y fotos colocados todos perfectamente.
Georgina y Phil hablan, o
discuten, es difícil saber cuál es la diferencia entre ambos términos debido a
la forma en que se dirigen el uno al otro.
Phil: ¿Cuándo comiste la última
vez?
Georgina: Hoy, al medio día, he
comido en Mc’ Donalds.
Phil: ¿En serio? ¿Y después? ¿Qué
has hecho? ¿Ir al baño?
Georgina: ¿Pero quién te crees
que soy? (Se sienta) No he vuelto a vomitar, esta vez no.
Phil (levantando una ceja):
¿Pensabas comer?
Georgina: No, estoy llena.
Phil: ¿Y mañana ibas a desayunar?
Georgina: Sí (miente).
Phil: Fingiré que me lo creo
chica que hasta el aire me engorda.
Georgina: Te he dicho que la
próxima vez que me llames así te borro la sonrisa de la cara con las uñas.
Phil: ¿Con quién has estado?
Georgina: Con un chico. ¿Tanto te
importa con quién voy y vengo tío?
Phil: Tú me borrarás la sonrisa,
pero si me vuelves a llamar tío yo te encerraré en una habitación llena de
espejos y no vas a salir de ahí en la vida.
Georgina (suspira y agacha la
cabeza): Se llama Christian, es muy majo…
Phil: ¿Y Tyler?
Georgina (le mira amenazante): Te
he dicho que no me lo nombres.
Phil: Repito la pregunta, ¿y
Tyler? ¿Lo sabe?
Georgina: No, ni tiene por qué
saberlo, está en Grecia, no va a volver, yo misma le he dicho que no vuelva.
Phil: Sabes que él te ama.
Georgina: Ya, y yo amo a
Christian.
Phil: Y sigues soñando con Tyler
todas las noches, con su regreso. Sueñas con sus besos, sus abrazos, su forma
de desnu…
Georgina (cortándole): ¡CÁLLATE!
¡CÁLLATE O TE MATO LO JURO!
Phil: Cuéntame, ¿cómo es
Christian?
Georgina: Es amable, soñador.
Sueña con ser bailarín, y escritor. Le encanta escribir. Es moreno, tiene los
ojos marrones, son preciosos, envidio sus ojos. Y me quiere, como soy, me
quiere con mis defectos.
Phil: Sólo me creo de ti lo de
sus ojos y aspecto. ¿Quién te ha contado sus sueños? Que te quiere con tus
defectos… (Ríe leve) ¿Le has contado tu pequeño secreto? ¿Sabe que no te
aceptas por tu cuerpo?
Georgina: No tiene por qué
saberlo. No tiene por qué saber nada de mí, si me quiere… Es suficiente.
Phil: Y tú has mandado a Débora,
o a Helena a cotillear sobre el pobre chico. ¿Sabes? Yo también lo conozco.
Georgina: ¿Qué? Espera, ¿cómo que
lo conoces?
Phil: Es el sobrino de mi mejor
amigo Georgina. Lo vi la otra noche en… ¿Cómo se llamaba? Ah sí, en el Dreamers. Se besó con un chico.
Georgina: ¡MENTIRA! Es mentira,
no te creo.
Phil: ¿No? Georgina párate a
pensar, ¿y si él también sabe más de ti? ¿Y si te quiere por esto? Él se estaba
besando con otro chico, te guste o no. Puede que sólo le importe sacarte un
poco de dinero, y luego dejarte tirada.
Georgina (levantándose del
sillón): ¿Sabes? Me voy a acostar con él y te voy a demostrar que no es gay, si
es lo que quieres dar a entender. Porque no sabes nada de él, porque me estás
mintiendo. Y lo siento, pero esta vez no.
Sale de la sala bastante cabreada
cerrando la puerta de golpe, corre hasta su habitación y se encierra en ella,
se tira sobre la cama y comienza a llorar.
¿Y si era verdad? ¿Y si Phil le
estaba contando otra verdad como todas las que siempre le había contado antes y
se negaba a creerle?
Fundido en Negro.
Parte 4.
(Siete meses antes en
la habitación de Georgina).
Georgina lleva un conjunto de
lencería negro. Su pelo está elegantemente suelto y se encuentra tumbada en la
cama. Hay un chico sobre ella, moreno y bastante fornido en músculos. Sus manos
bajan del cuello de Georgina hasta su cintura. Sus ojos negros están clavados
en la chica y sus labios se juntan con los de ella en intensos besos de pasión.
Georgina (susurrando): Tyler,
sabes que soy para ti.
Es Tyler quien está con ella.
Tras oír esas palabras, se
incorpora junto a ella sentándola sobre él. Sus dedos se mueven rápido hasta
conseguir desnudar a Georgina tras lo cual lo tumba y lo besa mientras sus
manos bajan hasta abajo y le quitan el bóxer blanco que cubría su sexo.
Ambos están desnudos, deseosos de
amor y pasión. Necesitados el uno del otro, de sus besos y caricias.
Es un momento del cual, ella se
arrepentiría durante toda su vida.
Fundido en Negro.
Parte 5.
(Un mes después).
Tyler (gritando): ¿Cómo que estás
embarazada? ¡No puede ser Georgina!
Georgina (entre sollozos): No
usamos condón Tyler, ¿qué te crees? ¿Que yo no puedo quedarme embarazada?
Tyler: ¿Y ahora qué?
Georgina: Eso quiero saber yo, mi
madre me matará, y no podemos hacernos cargo del bebé que venga.
Tyler: Vas y abortas, voy
contigo, no te preocupes (le abraza), estoy contigo.
Georgina: ¿Abortar? ¿D-De verdad
lo dices? ¿No podemos tenerlo Tyler?
Tyler (separándose de ella un
poco, la coge de los hombros y la mira a los ojos): ¿Te estás oyendo? ¿De
verdad quieres atarte a un…? ¿Monstruo?
Georgina se queda petrificada.
¿Un monstruo? ¿De verdad? Se separa de él y le mira a los ojos a través de la
cortina de lágrimas, respira hondo y le da una bofetada.
Georgina: ¿Un monstruo? ¿Cómo
puedes decir eso Tyler? ¡Es tu hijo, o hija, o lo que sea! ¡Pero es tuyo y mío!
¡NO LE PUEDES LLAMAR MONSTRUO! ¡PORQUE TÚ ERES UN MONSTRUO! ¡PORQUE YO LO SOY
SI LO MATO!
Tyler: P-Perdona… No sabía qué
decía cariño, lo tendremos y saldremos adelante, puedo trabajar (le coge la
mano), lo tendremos.
Georgina (apartando la mano
bruscamente): ¿Tenerlo? No, lo siento, pero no puedo hacerme a la idea de tener
algo tuyo dentro de ti, y menos verlo cada día recordándome a ti.
Tyler: ¿Qué quieres decir?
Georgina: Que desaparezcas de mi
vida, que no quiero volver a verte.
Tyler: Cariño…
Georgina: ¡NO ME VUELVAS A LLAMAR
ASÍ! ¡NO ME VUELVAS A BUSCAR PORQUE NO QUIERO NADA DE TI TYLER! ¡NADA!
Fundido en Negro.
Parte 6.
(Volvemos al vestidor
de Georgina, a tiempo actual).
Georgina está tumbada en el
suelo. Ese “nada” le persigue aún. ¿Qué habría sido de haberlo tenido? ¿De
haberlo perdonado? Tal vez ahora mismo estaría viviendo con Tyler, vete a saber
tú donde, cuidando de un chico llamado Javier, o una niña llamada Nahiara. Pero…
¿De verdad habría querido eso?
Se da la vuelta y se mira al
espejo.
Seguramente sería feliz, con él
que la amaba, con un retoño al que cuidar. Algo por lo que ser feliz, por lo
que luchar…
Fundido en Negro.
Simplemente increíble, me he encontrado con tu blog de casualidad, he empezado a leer el primer capitulo y al fin he leído los tres, espero poder leer mas. Y solo decirte que sigas así, que escribes de maravilla y te expresas muy bien.
ResponderEliminarUn saludo.
Ay dios dios, que se habia quedado embarazada? que fuerte! entonces abortó no? jo..
ResponderEliminarJustin. Adjadjkhajakgafjsg.
ResponderEliminarFran me encanta *-*
Justin. Adjadjkhajakgafjsg.
ResponderEliminarFran me encanta *-*
Justin. Adjadjkhajakgafjsg.
ResponderEliminarFran me encanta *-*
Justin. Adjadjkhajakgafjsg.
ResponderEliminarFran me encanta *-*
Sigo flipando con esto sea NUESTRA HISTORIA Fran, flipando. Aunque posiblemente nunca leas este comentario,tienes y siempre tendras un lugar en mi corazon.
ResponderEliminarMuchos años despues, y muchos kilometros.
Att: tu siempre Georgina.