sábado, 7 de abril de 2012

Capítulo 3:


Capítulo 3:

Parte 1.
(Habitación de Georgina).
Es bastante amplia. Las paredes son de color rosa y el suelo es de mármol blanco y negro.  Los muebles son en color claro.
A la derecha de la entrada hay un escritorio, como ya he descrito anteriormente de color claro, los cajones en oscuros hacen un contraste muy moderno y a la vez elegante. Justo al lado, más alejada de la puerta hay una estantería de seis baldas, de las cuales cuatro están totalmente llenas de libros. Las otras dos guardan fotos y recuerdos que Georgina ha decidido depositar ahí donde los tiene a la vista.
Frente a la puerta, la pared está repleta de su ídolo favorito, Justin Bieber. En esa misma pared hay un equipo de sonido Sony Genezy, de trescientos sesenta euros. Después tenemos la cama, con una colcha color morado, lógico, el color que identifica con su ídolo. Y nos queda el armario, el cual no es un simple armario pues las puertas dan a otra sala, un vestidor.
El vestidor está totalmente completo de ropa, zapatos, complementos, y lo que cualquier chica de su edad (15 años si no lo he mencionado antes) puede desear. Al fondo del vestidor, la pared es un espejo.
Y ahí está Georgina, tumbada en el suelo rodeada de varias camisetas, pantalones y vestidos. Ella está en ropa interior, ha llorado y tiene los ojos rojos e hinchados.
¿Por qué? ¿Por qué ahora él le tenía que haber dicho que ella no era perfecta? ¿Que ese chico no le convenía? ¿Que era el dinero lo que le llamaba?
Se incorpora un poco y se sienta abrazándose a sí misma. Hunde la cara en sus rodillas y grita, grita hasta que su saliva se torna del sabor de la sangre, hasta que se queda sin voz, incluso, hasta que se duerme.
Fundido en Negro.

Parte 2.
(Dos horas antes).
Georgina abre la puerta de su casa. Son las diez de la noche así que relativamente su madre debe de estar dormida o muy atareada en su despacho por lo que la entrada está totalmente a oscuras, por no decir toda la casa en sí.
Bien, o no está aún en casa o ya está dormida.
Cierra la puerta con cuidado de no hacer ruido y se quita las bailarinas. Con ellas en las manos se dispone a subir las escaleras de mármol blanco cuando las luces se encienden y su madre sale andando sobre sus tacones de doce centímetros. La mira amenazadora y se cruza de brazos.
Madre: ¿De dónde vienes? ¿Crees que estas son horas de llegar?
Georgina: Oh vamos mamá, ¿de verdad vas a controlarme dónde estoy o dejo de estar? Voy a darme un baño, ahora después hablamos.
Madre: Phil está aquí, sabes que hoy venía a casa.
Georgina: ¿Sigue aquí el pesado ese? Dile que se vaya, no quiero verlo. Te lo he dicho muchas veces, ¡está loco!
Madre (gritando): ¿No entiendes que la que no estás bien eres tú Georgina?
Georgina (en el mismo de tono de voz de su madre): ¡ESTOY PERFECTAMENTE, ESTOY MEJOR DE LO QUE TE CREES, DE LO QUE TE PUEDES LLEGAR A IMAGINAR!
Madre: O hablas con él o esos pulmones tuyos no volverán a respirar el aire de la calle, y se acabó la discusión.
Dicho esto, la madre de Georgina se va por donde había entrado y ella se sienta en las escaleras, suspira y levanta la cara fijando los ojos en la puerta.
Georgina: Sé que estás ahí Phil, voy a subir a mi habitación, en dos minutos nos vemos.
Phil: De acuerdo, ahora subo.
Ella sube a su habitación y cierra la puerta de golpe, se apoya en la puerta y cae hasta el suelo, se abraza las piernas y suspira hondo. ¿Y ahora qué? ¿Qué iba a tocar esta vez?
Fundido en Negro.

Parte 3.
Están en una habitación llena de estanterías repletas de libros, en el centro hay dos sillones, uno de ellos es de color blanco y el otro negro. En el blanco está tumbada Georgina y en el otro se encuentra Phil.
La habitación está pintada de color roja, y la única pared que se salva de los muebles que portan los libros tiene diplomas y fotos colocados todos perfectamente.
Georgina y Phil hablan, o discuten, es difícil saber cuál es la diferencia entre ambos términos debido a la forma en que se dirigen el uno al otro.
Phil: ¿Cuándo comiste la última vez?
Georgina: Hoy, al medio día, he comido en Mc’ Donalds.
Phil: ¿En serio? ¿Y después? ¿Qué has hecho? ¿Ir al baño?
Georgina: ¿Pero quién te crees que soy? (Se sienta) No he vuelto a vomitar, esta vez no.
Phil (levantando una ceja): ¿Pensabas comer?
Georgina: No, estoy llena.
Phil: ¿Y mañana ibas a desayunar?
Georgina: Sí (miente).
Phil: Fingiré que me lo creo chica que hasta el aire me engorda.
Georgina: Te he dicho que la próxima vez que me llames así te borro la sonrisa de la cara con las uñas.
Phil: ¿Con quién has estado?
Georgina: Con un chico. ¿Tanto te importa con quién voy y vengo tío?
Phil: Tú me borrarás la sonrisa, pero si me vuelves a llamar tío yo te encerraré en una habitación llena de espejos y no vas a salir de ahí en la vida.
Georgina (suspira y agacha la cabeza): Se llama Christian, es muy majo…
Phil: ¿Y Tyler?
Georgina (le mira amenazante): Te he dicho que no me lo nombres.
Phil: Repito la pregunta, ¿y Tyler? ¿Lo sabe?
Georgina: No, ni tiene por qué saberlo, está en Grecia, no va a volver, yo misma le he dicho que no vuelva.
Phil: Sabes que él te ama.
Georgina: Ya, y yo amo a Christian.
Phil: Y sigues soñando con Tyler todas las noches, con su regreso. Sueñas con sus besos, sus abrazos, su forma de desnu…
Georgina (cortándole): ¡CÁLLATE! ¡CÁLLATE O TE MATO LO JURO!
Phil: Cuéntame, ¿cómo es Christian?
Georgina: Es amable, soñador. Sueña con ser bailarín, y escritor. Le encanta escribir. Es moreno, tiene los ojos marrones, son preciosos, envidio sus ojos. Y me quiere, como soy, me quiere con mis defectos.
Phil: Sólo me creo de ti lo de sus ojos y aspecto. ¿Quién te ha contado sus sueños? Que te quiere con tus defectos… (Ríe leve) ¿Le has contado tu pequeño secreto? ¿Sabe que no te aceptas por tu cuerpo?
Georgina: No tiene por qué saberlo. No tiene por qué saber nada de mí, si me quiere… Es suficiente.
Phil: Y tú has mandado a Débora, o a Helena a cotillear sobre el pobre chico. ¿Sabes? Yo también lo conozco.
Georgina: ¿Qué? Espera, ¿cómo que lo conoces?
Phil: Es el sobrino de mi mejor amigo Georgina. Lo vi la otra noche en… ¿Cómo se llamaba? Ah sí, en el Dreamers. Se besó con un chico.
Georgina: ¡MENTIRA! Es mentira, no te creo.
Phil: ¿No? Georgina párate a pensar, ¿y si él también sabe más de ti? ¿Y si te quiere por esto? Él se estaba besando con otro chico, te guste o no. Puede que sólo le importe sacarte un poco de dinero, y luego dejarte tirada.
Georgina (levantándose del sillón): ¿Sabes? Me voy a acostar con él y te voy a demostrar que no es gay, si es lo que quieres dar a entender. Porque no sabes nada de él, porque me estás mintiendo. Y lo siento, pero esta vez no.
Sale de la sala bastante cabreada cerrando la puerta de golpe, corre hasta su habitación y se encierra en ella, se tira sobre la cama y comienza a llorar.
¿Y si era verdad? ¿Y si Phil le estaba contando otra verdad como todas las que siempre le había contado antes y se negaba a creerle?
Fundido en Negro.

Parte 4.
(Siete meses antes en la habitación de Georgina).
Georgina lleva un conjunto de lencería negro. Su pelo está elegantemente suelto y se encuentra tumbada en la cama. Hay un chico sobre ella, moreno y bastante fornido en músculos. Sus manos bajan del cuello de Georgina hasta su cintura. Sus ojos negros están clavados en la chica y sus labios se juntan con los de ella en intensos besos de pasión.
Georgina (susurrando): Tyler, sabes que soy para ti.
Es Tyler quien está con ella.
Tras oír esas palabras, se incorpora junto a ella sentándola sobre él. Sus dedos se mueven rápido hasta conseguir desnudar a Georgina tras lo cual lo tumba y lo besa mientras sus manos bajan hasta abajo y le quitan el bóxer blanco que cubría su sexo.
Ambos están desnudos, deseosos de amor y pasión. Necesitados el uno del otro, de sus besos y caricias.
Es un momento del cual, ella se arrepentiría durante toda su vida.
Fundido en Negro.

Parte 5.
(Un mes después).
Tyler (gritando): ¿Cómo que estás embarazada? ¡No puede ser Georgina!
Georgina (entre sollozos): No usamos condón Tyler, ¿qué te crees? ¿Que yo no puedo quedarme embarazada?
Tyler: ¿Y ahora qué?
Georgina: Eso quiero saber yo, mi madre me matará, y no podemos hacernos cargo del bebé que venga.
Tyler: Vas y abortas, voy contigo, no te preocupes (le abraza), estoy contigo.
Georgina: ¿Abortar? ¿D-De verdad lo dices? ¿No podemos tenerlo Tyler?
Tyler (separándose de ella un poco, la coge de los hombros y la mira a los ojos): ¿Te estás oyendo? ¿De verdad quieres atarte a un…? ¿Monstruo?
Georgina se queda petrificada. ¿Un monstruo? ¿De verdad? Se separa de él y le mira a los ojos a través de la cortina de lágrimas, respira hondo y le da una bofetada.
Georgina: ¿Un monstruo? ¿Cómo puedes decir eso Tyler? ¡Es tu hijo, o hija, o lo que sea! ¡Pero es tuyo y mío! ¡NO LE PUEDES LLAMAR MONSTRUO! ¡PORQUE TÚ ERES UN MONSTRUO! ¡PORQUE YO LO SOY SI LO MATO!
Tyler: P-Perdona… No sabía qué decía cariño, lo tendremos y saldremos adelante, puedo trabajar (le coge la mano), lo tendremos.
Georgina (apartando la mano bruscamente): ¿Tenerlo? No, lo siento, pero no puedo hacerme a la idea de tener algo tuyo dentro de ti, y menos verlo cada día recordándome a ti.
Tyler: ¿Qué quieres decir?
Georgina: Que desaparezcas de mi vida, que no quiero volver a verte.
Tyler: Cariño…
Georgina: ¡NO ME VUELVAS A LLAMAR ASÍ! ¡NO ME VUELVAS A BUSCAR PORQUE NO QUIERO NADA DE TI TYLER! ¡NADA!
Fundido en Negro.

Parte 6.
(Volvemos al vestidor de Georgina, a tiempo actual).
Georgina está tumbada en el suelo. Ese “nada” le persigue aún. ¿Qué habría sido de haberlo tenido? ¿De haberlo perdonado? Tal vez ahora mismo estaría viviendo con Tyler, vete a saber tú donde, cuidando de un chico llamado Javier, o una niña llamada Nahiara. Pero… ¿De verdad habría querido eso?
Se da la vuelta y se mira al espejo.
Seguramente sería feliz, con él que la amaba, con un retoño al que cuidar. Algo por lo que ser feliz, por lo que luchar…
Fundido en Negro.

7 comentarios:

  1. Simplemente increíble, me he encontrado con tu blog de casualidad, he empezado a leer el primer capitulo y al fin he leído los tres, espero poder leer mas. Y solo decirte que sigas así, que escribes de maravilla y te expresas muy bien.
    Un saludo.

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  2. Ay dios dios, que se habia quedado embarazada? que fuerte! entonces abortó no? jo..

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  3. Justin. Adjadjkhajakgafjsg.
    Fran me encanta *-*

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  4. Justin. Adjadjkhajakgafjsg.
    Fran me encanta *-*

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  5. Justin. Adjadjkhajakgafjsg.
    Fran me encanta *-*

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  6. Justin. Adjadjkhajakgafjsg.
    Fran me encanta *-*

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  7. Sigo flipando con esto sea NUESTRA HISTORIA Fran, flipando. Aunque posiblemente nunca leas este comentario,tienes y siempre tendras un lugar en mi corazon.
    Muchos años despues, y muchos kilometros.
    Att: tu siempre Georgina.

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¿Te gusta? Añade un comentario, me vas a hacer muy feliz con él. También puedes convertirte en seguidor y saber cómo continua la historia de Christian, espero que te guste.
ATT.: Francisco Torres Mellado.